- Nombre científico: Cystophora Cristata
- Hábitat: Océanos Ártico y Atlántico
- Peligro de Extinción: Vulnerable (VU)
- Peso: 180 kg a 500 kg
- Alimentación: Carnívoro
La foca de casco, también conocida por foca capuchina o por su nombre científico como Cystophora Cristata es un mamífero ártico en peligro de extinción.
El deshielo de su hábitat debido al cambio climático y la caza ilegal han provocado que en los últimos años el número de ejemplares ha descendido drásticamente pasando a engrosar la lista de las especies en peligro de extinción de la UICN que es el Organismo Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Acompañanos en este artículo y podrás conocer más a fondo esta bella especie y cuales son las amenazas directas que están provocando su desaparición.
Contenido del artículo
Hábitat de la Foca de Casco
Su hábitat natural se centra en las zonas heladas del Océano Ártico y del Océano Atlántico. Principalmente, existen cuatro zonas donde el número de ejemplares se reúnen con mayor asiduidad: En el Golfo de San Lorenzo (cerca de las islas de Madagascar), una zona conocida como el Frente al Norte de Terranova, en el estrecho central de David y en la zona helada del oeste del Mar de Groelandia, muy cerca de la isla de Jan Mayen.
La foca de casco es un mamífero bastante nómada por lo que no tiene un territorio estable. Son animales que deambulan por grandes extensiones de terreno. Se ha podido observarlos en lugares tan dispersos como en el Sur de Portugal, en la zona del caribe del Atántico Occidental e incluso hasta en las Islas Canarias.
Diversos estudios científicos sobre estas focas del ártico han podido comprobar como desde el año 1990, su comportamiento ha cambiado drásticamente ya que cada vez más fijan su residencia muy lejos de las zonas heladas del ártico.
Este comportamiento tan anómalo en la foca de casco tiene desconcertados a los científicos ya que aún no se pueden explicar el porque realizan este extraño comportamiento.
Características
Las focas de casco debe su nombre al enorme apéndice nasal que se sitúa tan solo en la cabeza de los machos. Una peculiaridad de este “casco” situado en la cabeza es que a medida que van creciendo los machos, el apéndice aumenta su volumen, por lo que los machos más viejos son los que tienen un apéndice más grande.
Existe una gran diferencia de tamaño entre ambos sexos, llegando a pesar los machos casi el doble que las hembras.
No obstante, esta diferencia de tamaño se observa tan solamente en su peso ya que la longitud es muy similar, siendo la medida de las hembras entre 2 a 2,3 metros y en los machos 2,3 a 2,9 m.
En cuanto el peso es ahí donde se encuentra la mayor diferencia ya que el macho puede llegar alcanzar casi la media tonelada y la hembra tan solo 350 kg como mucho.
La foca de casco adulta en su dorso y la zona superior de los laterales es de un color marrón muy oscuro, casi a negro sobre un fondo de un color gris plateado, salvo la cara y la boca que son de un color negro.
Las crías tienen un pelaje mucho más blanco en la parte inferior y un color gris azulado oscuro en la superior. A medida que van creciendo, el pelaje se va oscureciendo hasta llegar a la edad adulta.
La constitución robusta de su anatomía y su carácter agresivo en comparación a otras especies de focas las hacen imponentes.
Durante la época de apareamiento o cuando se encuentran defendiendo su territorio de algún extraño, los machos de la foca del casco se muestran amenazadores agrandando su apéndice nasal, pudiendo llegar a inflarse el doble de un balón de futbol y esgrimiendo un sonido para intimidar a otros machos.
Reproducción
La edad sexual en las hembras de foca de casco comienza a partir de los 3 a 6 años de edad, en cambio en los machos es un poco más tarde, a partir de los 5 a 7 años.
La foca de casco es polígama, por lo que los machos se aparean con todas las hembras que se encuentren en celo. El tiempo de gestación es relativamente corto ya que tan solo dura entre 2 a 3 semanas, produciéndose el apareamiento en el agua.
El periodo de gestación dura aproximadamente 12 meses, el parto de las crías se realiza al unísono en el hielo a mediados del mes de Marzo pariendo generalmente tan solo una cría que suelen nacer pesando alrededor de 25 kg y una longitud de 1 metro.
Las focas recién nacidas tan solo se amamantarán de la madre los cuatro primeros días, durante ese pequeño transcurso de tiempo, la cría aumenta su peso el doble llegando alcanzar los casi 50 kilos. Es decir que durante sus primeros cuatro días, aumenta cada día su peso en 7 kg.
Posteriormente a los 4 primeros días de vida, la madre se separa de su cría que deberá sobrevivir de la grasa acumulada proporcionada por la leche de la madre hasta que pueda ser capaz de poder nadar y pescar por sí misma.
Acabada la temporada de cría (entre abril y junio) las focas de casco comienza a realizar largos viajes migratorios para buscar alimentos.
Durante el verano se vuelven a reunir en sus zonas de cría para la época de muda, tras lo cual se vuelven dispersar hasta el siguiente celo. Sus pautas migratorias son desconocidas ya que no existen estudios científicos que las avalen.
Se estima que las focas de casco viajan entre la costa occidental de Groelandia para posteriormente dirigirse a las Islas Feroe, Noruega e Islandia.
Alimentación
La foca de casco es carnívora, su dieta se basa principalmente en un gran número de peces e invertebrados marinos. Entre su alimentación preferida se encuentra el bacalao, las gallinetas (sebastes spp), angulas, calamares, camarones o los arenques.
La evolución de su anatomía les ha adaptado a cazar en las profundidades por lo que sus zonas de caza las realizan entre los 100 a 600 metros de profundidad, pudiendo alcanzar hasta 1.000 metros y mantenerse dentro del agua hasta una hora.
En la cadena alimenticia, la foca de casco también es un alimento para otras especies como pueden ser las orcas, los tiburones de Groelandia o los osos polares cuando se encuentran en la superficie del hielo.
Foca de Casco en Peligro de Extinción
En la actualidad, los científicos se encuentran desconcertados porque desconocen el motivo del gran descenso de la foca capuchina en el noroeste Atlántico.
Aunque se sospecha que al igual que ocurre con la foca monje la caza incontrolada de estas especies se encuentre detrás de esta disminución tan drástica. Países como Noruega, Dinamarca y Canada han prohibido su caza comercial desde 1987 pero por desgracia la caza ilegal ha continuado.
Para que puedas hacerte una idea, durante el año 1996 las autoridades de Canada requisaron más de 22500 focas muertas a manos de cazadores furtivos.
En ese mismo año, se autorizo la caza legal de 8.000 ejemplares pero no se hizo caso y mataron a 25000 focas y ello a pesar de que no existe una gran demanda de esta especie.
Junto a la caza ilegal, la foca de casco es víctima de la pesca comercial y cada año son miles las focas que mueren en las redes de arrastre de los grandes barcos de pesca.
Y si a ello le unimos el calentamiento global que hace que su hábitat se encuentre mermado, nos encontramos con que por desgracia, la foca de casco sea un mamífero al borde de la extinción.
Debido a su preocupación descenso, el organismo encargado de la protección internacional para la conservación de la naturaleza (UICN) la ha catalogado como vulnerable.
Aguardamos con cierta inquietud e ilusión que esta bella especie no se una a la lista interminable de animales extintos y entre todos podamos llegarla a salvar.
Esperamos que este artículo te haya gustado y puedas conocer con más detalles a la Foca de Casco. Por nuestra parte tan solo nos queda darte las gracias por visitar nuestra web, pero antes de que nos abandones quisiéramos pedirte un pequeñito favor 😉 .
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