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Perrito de la Pradera

TAXONOMÍA

  • Nombre científico:Cynomys
  • Hábitat: México y EE.UU
  • Peligro Extinción: Preocupación Menor (LC)
  • Longitud: 40-45 cm
  • Alimentación: Herbívoro

El Perrito de la pradera, Símbolo de las Praderas de Norteamérica

El perrito de la pradera, es un mamífero perteneciente a la familia de los esciúridos, y al mismo tiempo pertenecen al género Cynomys.

Existen en total 5 subespecies, los cuales son: El de cola negra, cuyo nombre cientifico es Cynomys Ludovicianus, el de cola blanca (Cynomys leucurus), Gunnison (Cynomys gunnisoni), el de Utah (Cynomys parvidens) y finalmente, el perrito de la pradera mexicano, cuyo nombre científico es Cynomys mexicanus; este animal es una especie de roedor esciuromorfo de la familia Sciuridae endémica de México.

Estos animales reciben el nombre debido a su llamada de alerta, la cual, es similar al ladrido de un perro. Su género, Cynomys, deriva del griego y significa ”perro ratón”.

Hábitat del Perrito de las Praderas

El perrito de la pradera habita principalmente en altitudes que oscilan entre los 600 metros hasta los 3.000 metros sobre el nivel del mar. El ambiente en donde viven puede ser tan cálido como 38°C durante el verano y tan frío como -37°C en temporada de invierno.

Debido a que se distribuyen en zonas expuestas a las amenazas ambientales, incluyendo granizo, inundaciones, tormentas de nieve, sequía y los incendios de la pradera, las madrigueras que construyen les otorgan mucha protección ante mencionados peligros.

Estos animales suelen encontrarse en las praderas norteamericanas, y el entorno donde hacen vida debe ofrecer suelos secos y también hierba corta o, por lo menos, mediana. En su condición de animales diurnos pernoctan dentro de las cuevas que cavan.

Los túneles suelen ser entre 10 y 15 cm de ancho y poseen 300 m de longitud máxima; éstos conducen a los nidos, que tienden a ser de unos 40 cm de extensión, son cubiertos con hierba y excavados a 1 y 5 m de profundidad.

La tierra extraída durante la excavación se acumula en la entrada, esto con el fin de evitar posibles inundaciones. La madriguera cuenta, a lo máximo, con una o dos entradas, aunque existen excepciones en donde presentan hasta seis.

El perrito de la pradera mexicano tiene un rango limitado de distribución y habita solamente en llanos y praderas en el área de confluencia de los estados de Coahuila, Nuevo León y San Luis Potosí.

Al sur del Saltillo se pueden encontrar colonias dentro de llanos intermontanos, que poseen una altitud promedio de 2,200 msnm. Éstos pertenecen al área geográfica de la Sierra Madre Oriental.

En el caso del perrito de la pradera de cola negra, puebla un territorio desde Saskatchewan, pasando por el centro de los EEUU hasta Chihuahua.

El de cola blanca habita en Wyoming, Colorado. La subespecie Gunnison, se distribuye en Utah, Colorado, Arizona y Nuevo México. Y finalmente, el perrito de la pradera de Utah, se puede encontrar en el mismo lugar al que hace honor su nombre, específicamente en Estados Unidos.

Características Morfológicas

El perrito de la pradera posee un aspecto similar al de sus parientes, las ardillas. Estos son ejemplares con un tamaño que va de pequeño a mediano; los machos cuentan con una longitud de hasta 45 centímetros, mientras que las hembras alcanzan los 40 cm. El pelaje no suele variar para uno u otro sexo, siendo este de tonalidades castaño claro con motas grises, corto y sumamente suave.

El peso máximo al que suele llegar este animal es de 1,5 kg; al momento de producirse el fin del período de lactancia, las hembras pierden unos cuantos kilos de forma significativa. Cuentan con orejas pequeñas y redondeadas, al igual que con una cola que puede llegar a medir 10 centímetros de largo.

Con respecto a la masa corporal, el perrito de la pradera presenta cierto grado de dimorfismo sexual, el cual varía de 105 a 136% en cuanto a ambos sexos. Entre las especies, los perros de la pradera de cola negra son los que tienen dimorfismo sexual en menor porcentaje, y en el caso de los de cola blanca tienden a presentar mayor dismorfia.

El perrito de la pradera es diurno y suele agruparse en colonias; con respecto a su convivencia entre el resto de sus semejantes, el perrito de la pradera se desarrolla en grandes áreas.

Cada grupo, comúnmente se encuentra compuesto por entre 10 y 20 individuos. El clan, habitualmente está conformado por un macho alfa, dos o tres hembras adultas y la descendencia; al alcanzar la madurez sexual, los machos deben abandonar la manada.

Los perritos de la pradera se caracterizan por ser animales muy pacíficos. Hacen gran uso del contacto físico como todo un sistema de signos al momento de comunicarse; cuando desean demostrar afecto, suelen acariciarse el rostro entre sí y para lo cual, emplean el hocico.

Los enfrentamientos entre miembros del clan tienden a presentarse dentro de la misma colonia, en las peleas abundan las señales de ferocidad; como evidencia de esta agresividad, es importante mencionar que el mostrar los dientes, inclinar las orejas o alzar la cola, son acciones que no pasan desapercibidas durante dichos actos.

Aparte de que con frecuencia se comunican mediante el contacto y las acciones físicas, estos mamíferos utilizan constantemente los sonidos.

Por medio de alaridos expresados en distintas sonoridades se alerta al grupo acerca de posibles amenazas; la riqueza del lenguaje oral les permite detallar a cabalidad los aspectos relevantes en cuanto a los distintos depredadores que puedan acechar al clan.

Alimentación

El perrito de la pradera se caracteriza por alimentarse únicamente de hierbas y haciendo uso de todo el conjunto de provisiones que se pueda presentar en su hábitat; siendo éstas, comúnmente pastos mezclados con distintas especies de plantas, tales como las herbáceas, brotes, raíces y frutos.

En territorio estadounidense los pastos y herbáceas conforman básicamente toda la dieta de los perritos de la pradera mexicanos, a excepción de situaciones poco frecuentes en que los insectos son incluidos en la alimentación.

Las hierbas suelen ser la provisión preferida de estos animales, sin embargo, los pastos son las provisiones más importantes en su dieta durante la mayor parte del año. Los perritos de la pradera mexicanos, con frecuencia, seleccionan diferentes partes de las plantas, dependiendo de la estación.

No obstante, las flores y semillas son lo que más les gusta, debido a que son sumamente ricas en proteínas y grasas. La subespecie que se distribuye al noreste de México presenta una particularidad interesante, esta es que no requiere de agua disponible, debido a que la consume y metaboliza a partir de las plantas que digiere.

Las gramíneas y herbáceas constituyen el 90% del total de la dieta de estos animales, siendo las más importantes Bouteloua chesei; Muhlenbergia villosa y Bouteloua dactyloides. El resto de las provisiones que figuran en su alimentación son constituidas por insectos.

Reproducción del Perrito de la Pradera

La edad mínima del perrito de la pradera para dar inicio a su reproducción es de 2 años, aplicando esto para ambos sexos. Ocasionalmente, dependiendo de si las condiciones ambientales son o no favorables, las hembras de un año de edad están en la capacidad de entrar en celo e iniciar su proceso de reproducción.

En la temporada de celo, la hembra tiende a lamer sus genitales, entrar a la madriguera hasta bien entrada la noche y tomar baños de polvo. En el caso del macho, éste lanza una especie de ladridos, aproximadamente cada 3 a 15 segundos, siendo evidente que su finalidad es que sea interpretado como un aviso de apareamiento.

Los perros de las praderas llevan a cabo el proceso de copulación dentro de la madriguera. Al finalizar el acto, el macho pierde automáticamente el interés por su pareja, no obstante, inserta tapones en los genitales femeninos a fin de evitar que la hembra se aparee con otros machos y esto reduzca las posibilidades de ser él quien logre la fecundación.

Las temporadas de apareamiento suelen modificarse dependiendo de la ubicación geográfica de la colonia y la latitud de ésta.

Se desconoce el período exacto que suele durar la gestación del perrito de la pradera, sin embargo, se sospecha que puede ser entre 28 y 32 días, como es el caso de otras especies como el cynomys ludovicianus. Mientras transcurre el embarazo y el ciclo de lactancia, la hembra tiende a consumir nieve, en caso de que esté disponible, con el fin de consumir agua.

Cuando se acerca el proceso de alumbramiento, entra en la madriguera y da a luz entre 1 u 8 crías. Las crías del perrito de la pradera, al momento de nacer no poseen pelaje alguno y sus ojos se mantienen cerrados durante los primeros días, siendo cuidados y amamantados por su madre, quien los protege en el hogar durante 6 semanas, mientras son capaces de valerse por sí mismos.

Perrito de la Pradera en Peligro de Extinción

Existen diversas causas por las cuales el perrito de la pradera se encuentra en una situación preocupante, y la acción del ser humano es protagonista de esto. Esta especie se ve afectada principalmente en cuanto a su hábitat, ya que la expansión de la agricultura y las ganaderías ha contribuido en gran manera a la desaparición de muchas madrigueras.

Esto se evidencia en las distintas acciones que se toman para tratar de eliminar a estos roedores, las cuales han logrado el exterminio de colonias enteras a causa del veneno empleado para tales fines.

Los perritos de la pradera poseen un papel fundamental dentro de los pastizales, sin embargo, esto no ha detenido las campañas de exterminio, las cuales se llevan a cabo no sólo utilizando veneno, sino también trampas y acudiendo a la caza.

A comienzos del siglo XX estaban distribuidos en un aproximado de 40 a 100 millones de hectáreas de pastizales en América del Norte, pero debido a que se consideraba que acababan con gran parte del pasto que consume el ganado y que frecuentemente causaban fracturas en las patas de las vacas por las madrigueras, dio inicio una fuerte campaña de erradicación.

La situación del perrito de la pradera mexicano es preocupante ya que el 65 % de su hábitat ha sido erradicado y en Zacatecas se considera completamente desaparecido, siendo dicho estado lo que representaba el 10 % de su territorio de distribución original.

San Luis de Potosí conforma un 25% del área amenazada por la adaptación de distintos terrenos para la agricultura y debido, también, a la extracción de agua, la cual ha provocado gran sequía en gran cantidad de suelos y pastizales.

El perrito de la pradera poseé un preocupante índice con respecto al peligro de extinción, evidenciándose dicha realidad en que los perritos de la pradera mexicanos que aún existen, se encuentran en un área total menor de 600 km².

Según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), esta especie está ubicada en una clasificación de preocupación Menor (LC) de lo cual indica que está en una posición realmente preocupante; sin embargo, no todo son malas noticias, debido a que aún existen organismos preocupados por la conservación de estos animales.

Entre los años 2003 y 2006, el 30% de las colonias pertenecientes al perrito llanero fueron eliminadas, por lo tanto, se buscó tomar nuevas medidas con la finalidad de lograr la recuperación de la especie.

Durante el año 2006, Pronatura Noreste firmó acuerdos para la conservación con las praderas Trinidad, del municipio Galeana, en Nuevo León, con el objetivo de emplear 780 hectáreas para su protección; así como con San José del Alamito, perteneciente al municipio de Saltillo, en Coahuila, para que destinara 800 hectáreas.

Estos campos se encuentran ubicados en una región de pastizales, en donde todavía se observan perritos de la pradera.

Con la finalidad de proteger al perrito de la pradera, Pronatura llevó a cabo distintas acciones para dar un gran impulso a la servidumbre ecológica, es decir, adquiere derechos de pastoreo y busca garantizar a los dueños de las praderas una compensación económica durante 15 años por su gran colaboración con la conservación.

Esta organización, además del incentivo económico se encargará de la dotación de semillas para sembrar las tierras que se encuentran a las afueras de la zona resguardada.

Legislar la prohibición de la caza de esta especie única en el mundo es una acción que debe realizarse con urgencia, así como las medidas a tomar con el fin de evitar que se siembren cultivos dentro de los territorios donde habitan estos animales.

Los esfuerzos de difusión y educación ambiental para dar a conocer la importancia del perrito de la pradera también representan una inmensa ayuda a su preservación; incluso lo es, de igual forma, el dar a conocer la relevancia que posee su presencia dentro de los ranchos ganaderos.

Deseamos que con este artículo hayas podido conocer más en profundidad al Perrito de la Pradera. Muchas gracias por haber visitado nuestra web de mamíferos en peligro extinción para informarte sobre este singular roedor, pero antes de que te vayas, quisiéramos pedirte 1 segundo de tu tiempo 😉

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