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TAXONOMÍA
  • Nombre científico:Pudu mephistophiles y Pudu Puda
  • Hábitat: América del Sur
  • Peligro Extinción: Vulnerable (VU)
  • Altura: 32 a 44 cm
  • Alimentación: Herbívoro

Pudú, el Venado más Pequeño del Mundo

Pudú es un género de cérvidos endémicos de la región andina de Sudamérica, los cuales también son conocidos en algunas zonas como pudúes o venados, esto debido a su similitud con éstos.

Cabe destacar que el término pudú es una palabra española que deriva del mapuche, un pueblo del sur de Chile.

En la actualidad sólo se conocen dos especies, el pudú del norte y pudú del sur, cuyos nombres científicos son Pudu mephistophiles y Pudu Puda, respectivamente; ambos habitan en zonas distintas de América del Sur.

Estos mamíferos son conocidos como los miembros de menor tamaño entre la familia de los cérvidos, ya que no llegan ni al medio metro de estatura.

En este sentido también son considerados unos animales bastante adorables a la vista, aunque usualmente se caracterizan por ser sumamente tímidos y huidizos, ya que sólo salen de su hábitat en busca de alimento.

Los pudúes son capaces de sobrevivir durante largos períodos de tiempo sin ingerir agua, ya que su organismo está adaptado para poder obtener la humedad requerida a través de las plantas que ingiere. Por lo general, cuando estos animales están siendo perseguidos suelen correr en zig-zag para escapar.

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Hábitat del Pudú

El pudú se encuentra distribuido en distintos hábitats abarcando selvas tropicales hasta los matorrales de bambú, pudiendo ubicarse en el sur de Chile, en Argentina, Perú, Venezuela y Ecuador. Habitan en bosques templados de América del Sur puesto que en ellos la maleza extensa y los matorrales de bambú ofrecen protección frente a la amenaza de sus depredadores.

En el sur de Chile, noroeste de América del Sur y suroeste de Argentina existe una gran cantidad de poblaciones de esta especie. Por una parte, el Pudú del Norte se distribuye en los Andes del norte de Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela, ubicándose entre los 2.000 a 4.000 metros sobre el nivel del mar.

La especie del sur se distribuye en la Ladera de los Andes del Sur desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros. Esta especie ocupa un rango que abarca el Río Maule y la provincia de Chiloé.

En Argentina se distribuye desde el suroeste de la provincia de Neuquén, al norte del Parque Nacional Lanín, en el Parque Nacional los Alerces hasta el noroeste de Chubut; incluso se han registrado varios avistamientos en la zona del Lago Fontana y Río Pico.

En Chile se distribuye desde la Región de Tarapacá, en Maule, Biobío, la Araucanía, Los Ríos, Los Lagos, hasta la región Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo.

Por lo general, el clima del hábitat de esta especie está compuesto por dos estaciones principales: Un verano árido y un invierno húmedo aunque moderado. Las precipitaciones anuales del área donde habita pueden oscilar entre los 74 a 150 cm³.

Comúnmente el rango de su territorio suele extenderse alrededor de 16 a 25 hectáreas, y gran parte de éstas consisten en caminos o senderos realizados por los mismos animales para dirigirse a sus áreas de alimentación.

Estas zonas por lo general están marcadas con grandes pilas de estiércol, ubicadas en los senderos y en los alrededores de las áreas destinadas a la alimentación y el descanso.

Características Morfológicas

La longitud del cuerpo del pudú del sur es de aproximadamente 85 cm, la altura desde el hombro es de 32 a 44 cm aproximadamente, mientras que su cola mide 8 cm. Pesa alrededor de 9 a 12 kg, aunque el mayor peso que se ha registrado hasta ahora es de 13.4 kg. Las astas en esta especie crecerán de 5 a 9 cm de largo y comúnmente se curvan hacia atrás.

Por otro lado, el pudú del Norte cuenta con una altura de 32 a 35 cm desde el hombro y su peso varía de 3 a 6 kg. En este caso las astas sólo crecerán hasta los 6 centímetros de largo y de igual forma estarán curvadas hacia atrás.

Las astas de los pudúes madurarán y se pulirán en el mes de noviembre, a medida que los niveles de testosterona en los machos comienzan a aumentar nuevamente. No obstante, éstas serán mudadas durante los meses australes de verano.

Estos mamíferos tienen ojos negros y pequeños, mientras que sus orificios nasales son igualmente negros. Cuentan con un pelaje largo y rígido, comúnmente presionado al cuerpo; de un color marrón rojizo, aunque en las extremidades inferiores la tonalidad varía tornándose más clara.

Cabe destacar que las tonalidades presentes en su pelaje puede variar en función de la estación, genes individuales y el sexo. Cuando los ejemplares envejecen el pelaje del cuello y los hombros cambia a marrón grisáceo oscuro durante el invierno.

La única diferencia que puede interpretarse como dimorfismo sexual es que las hembras no cuentan con las astas presentes en los machos. Por otra parte, ambos cuentan pezuñas pequeñas, espolones y colas cortas que pueden medir aproximadamente 4 a 4,5 cm de longitud al medirla desde el pelaje.

Las glándulas preorbitales que se ubican en el rostro del Pudú del sur son bastante largas, a excepción de las hembras; mientras que en la especie del norte dichas glándulas no están visibles. Sus labios y el interior de las orejas presentan una tonalidad naranja; éstas pueden medir de 7,5 8 cm. Su cuerpo tiene una forma redonda y sus patas son cortas.

Los ejemplares jóvenes del Pudú del sur pueden distinguirse porque su pelaje está provisto de manchas de color blanco. Por lo general, el pelaje del pudú del Norte tiende a ser más claro que el de la especie del Sur. Estos mamíferos suelen realizar migraciones durante el invierno, con la intención de desplazarse a valles cálidos.

Tanto machos como hembras realizan distintas posturas al defecar u orinar puesto que éstas servirán para expandir su olor. Por ejemplo, las hembras en cautiverio son capaces de atraer a los machos al orinar; estos se acercarán a ellas y procederán a lamerlas y olerlas. Una de las formas que tienen los machos para dejar su aroma es frotando su cornamenta en lugares específicos.

Por lo general, estos cérvidos son crepusculares, por lo tanto suelen ser más activos en la mañana, al final de la tarde y por la noche. La naturaleza de este animal es bastante reservada, aunque se conoce que es una especie con hábitos solitarios.

Son capaces de comunicarse con otros ejemplares mediante el olor, gracias a sus glándulas faciales. Cuando se encuentran asustados emitirá varios sonidos o chillidos, pero si están enojados empezarán a temblar y su pelaje se erizará.

Estos animales acostumbran a exhibir comportamientos de juego, puesto que se les ha visto luchar entre ellos, correr y saltar. De igual forma, suelen frotarse las astas y la dentadura con los árboles y algunas plantas.

No obstante, también pueden mostrar posturas agresivas, apuntando sus astas a cualquier rival, acercándose y levantando el hocico en el aire como si se estuviera preparando para golpear a su oponente.

En ocasiones un pudú dominante podrá perseguir a un sumiso hasta el cansancio, mientras intenta morderlo o golpearlo con sus extremidades anteriores. En cautividad ha podido observarse que existe cierto orden jerárquico que está conformado por un macho dominante, machos sumisos y hembras.

Alimentación del Pudú

La dieta del pudú es totalmente herbívora y está compuesta por cortezas, helechos,brotes, frutos caídos, semillas, hojas de árboles bajos y ramas. Durante sus recorridos para buscar comida suele detenerse a menudo para detectar los olores de su comida a través de la brisa.

En ocasiones para alimentarse suelen pararse erguidos sobre sus patas traseras, llegando a saltar sobre los troncos de los árboles caídos, con el objetivo de alcanzar las plantas más altas.

Cuando están comiendo son realmente cautelosos, y comúnmente hacen una pausa cada cierto lapso de tiempo para supervisar su entorno y cerciorarse de que no hay amenazas.

Esta especie utiliza una red de senderos, con la finalidad de trasladarse a sus áreas de alimentación. Acostumbran a comer en los bordes de los claros, en lugar de dirigirse a lo profundo del bosque.

Los cervatillos y las hembras suelen pelar la corteza de los retoños utilizando sus dientes, aunque los machos maduros por su parte utilizan sus astas para este fin. También acostumbran a doblar los brotes de bambú de forma horizontal con el objetivo de caminar sobre ellos y comer de las ramas más altas.

Reproducción del Pudú

Los pudúes tienen hábitos solitarios y tan sólo se unen para reproducirse, aunque en ocasiones puede verse a la hembra acompañada de sus crías o algunos grupos de 2 o máximo 3 individuos.

El ciclo de reproducción tiende a variar en función de las estaciones, el entorno y la calidad de la comida. Por lo general, los machos sólo son fértiles por aproximadamente 7 meses al año y en estos momentos hay un aumento notable en el tamaño de sus testículos.

La temporada de apareamiento de estos mamíferos ocurre al llegar el otoño en el hemisferio sur entre los meses de abril a mayo. Los rituales de cortejo no requieren de mucho esfuerzo, ya que sólo podría bastar con una exhibición de dominación por parte del macho o éste también puede marcar un lugar frotando su glándula preorbital contra la superficie.

Incluso se han registrado avistamientos que demuestran que las caricias, persecuciones o topetazos forman parte del cortejo previo al apareamiento.

Antes de la cópula el macho descansará su barbilla sobre la espalda de su compañera, la olerá por la espalda y le sostendrá con sus patas delanteras para posteriormente a montarla. Luego de esto el período de gestación requerirá de aproximadamente 202 a 223 días (alrededor de 7 meses), aunque el promedio es de 210 días.

Los pudúes dan a luz una sola cría por cada temporada de apareamiento, aunque a veces pueden nacer gemelos. El momento del parto llegará durante la primavera austral entre los meses de noviembre a enero.

Los cervatillos recién nacidos pesarán de 700 a 1.000 gramos, con un promedio de aproximadamente 890 gramos. Por lo general, aquellos que pesen 600 gramos o más de 1.000 gramos suelen morir al momento del parto.

Cabe destacar que tanto hembras como machos pesan lo mismo al nacer, no obstante, tal como se mencionó con anterioridad, los cervatillos de pudú del Sur contarán con manchas blancas ubicadas a lo largo de sus espaldas.

Las crías de pudú dejarán de ser amamantados a los dos meses de nacidos, y crecerán físicamente hasta los 3 meses, aunque algunos acostumbran a quedarse con sus madres durante 8 a 12 meses.

Las hembras por su parte llegarán a su madurez sexual a los 6 meses, mientras que los machos alcanzarán esta etapa llegados los 8 a 12 meses. Las astas en los machos jóvenes se forman por primera vez al cumplir los 9 a 12 meses, y comúnmente esto ocurre en el mes de julio.

Su esperanza de vida es de máximo 10 años en estado salvaje y 13 años en cautiverio. No obstante, la longevidad más alta que se ha registrado fue de 15 años, aunque por lo general esto es bastante inusual, puesto que la mayoría de los individuos están propensos a morir a una edad más temprana en la naturaleza.

Existe una amplia gama de causas que propician esta situación, entre éstas se encuentra el abandono materno de los recién nacidos, así como las enfermedades que puede padecer cualquier ejemplar.

Entre los depredadores más relevantes del pudú se encuentran el gato andino, zorro, el búho real, puma y el zorro magallánico. Sin embargo, para evitarlos se mueve lentamente y se detiene a menudo para oler el aire en busca de olores que se asocien a sus depredadores.

El Pudú en Peligro de Extinción

Una de las grandes amenazas a las que se enfrenta actualmente el Pudú es la destrucción de su hábitat en la selva tropical, puesto que estos territorios se han destinado para la ganadería, tala y agricultura, así como para plantar árboles exóticos.

En este sentido, la fragmentación del hábitat junto a los accidentes de tráfico suelen ser también otro de los peligros que han reducido notablemente las poblaciones de este cérvido.

Por otro lado, también son perseguidos y asesinados por perros de caza especialmente entrenados, quienes se alimentan con su carne. Cabe destacar que a sus hábitos de alimentación, los pudúes han logrado impactar positivamente en la abundancia, el consumo y el crecimiento de la vegetación.

Por otro lado también juegan un papel importante para otros animales de menor tamaño que habitan los mismos bosques, puesto que estos mamíferos construyen y mantienen túneles en la maleza. Esto le facilita a aquellas especies pasar con tranquilidad y no ser detectados por sus depredadores.

Estos mamíferos son especialmente susceptibles a los parásitos, este problema se ha agravado por medio del contacto frecuente con los perros domésticos que les persiguen. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) el pudú del sur es considerada una especie Casi Amenazada (NT) así como también está incluida en el Apéndice I de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).

Por su parte, el pudú del norte está clasificado como Vulnerable (VU) por la UICN y ha sido añadido Apéndice II de la CITES.

Entre los esfuerzos para conservar al Pudú se encuentran los proyectos llevados a cabo en los Parques Nacionales Nahuel Huapi, Lanín, Lago Puelo, Los Alerces y los Arrayanes, en Argentina. En estas áreas existe una importante superficie disponible y supervisión del hábitat, para garantizar el correcto desarrollo de todos los ejemplares.

El Pudú del norte presenta más complicaciones durante la crianza en cautiverio, a diferencia del Pudú del Sur, aunque años atrás existían pequeñas poblaciones en zoológicos de ejemplares provenientes del norte.

Uno de los esfuerzos por conservar a este mamífero es el Programa Internacional de Cría en Cautividad para el Pudú del Sur, el cual está dirigido por la Universidad de Concepción en Chile.

Gracias a este proyecto un gran número de ejemplares han sido criados en cautiverio y reintroducidos en el Parque Nacional Nahuel Huapi en Argentina. El plan de acción de este programa consiste en el uso de collares de radio para monitorear la actividad de cada individuo.

Por otra parte, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro de Extinción ha decidido prohibir el Comercio Internacional de pudúes, así como también la Wildlife Conservation Society se ha encargado de proteger su hábitat natural y trabaja en función de ambientarlo correctamente para los individuos en cautiverio.

Adicionalmente en Chile también se está llevando a cabo el Programa de Educación Ambiental Tantauco, el cual consiste en realizar charlas, talleres y demás actividades que promuevan la sensibilización hacia este mamífero.

Este proyecto ha sido impulsado por el Parque Tantauco, con la intención de que las personas conozcan más acerca del pudú y puedan saber cuál es su situación actual, así como la forma de contribuir a su conservación.

No obstante, a pesar de los esfuerzos realizados por el Fondo Mundial para la Naturaleza, sigue sin conocerse el tamaño exacto de las poblaciones de esta especie. Por lo tanto, las amenazas a estos mamíferos permanecen aunque se han llevado a cabo una gran cantidad de esfuerzos para su conservación.

Esperamos que hayas podido conocer más detalles a este pequeño y entrañable cervatillo. Te agradecemos enormemente que hayas visitado nuestra web para informarte sobre el Pudú, pero antes de abandonarnos, quisiéramos pedirte un pequeñito favor.

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