- Nombre científico:Eretmochelys imbricata
- Hábitat: Todos los Océanos
- Peligro Extinción: Peligro Crítico (CR)
- Longitud: 60 a 100 cm
- Alimentación: Esponjas marinas, medusas
Contenido del artículo
Tortuga Carey, la tortuga de mar a punto de desaparecer
La tortuga carey, cuyo nombre científico es Eretmochelys imbricata, se caracteriza por ser una especie de tortuga marina perteneciente a la familia de los quelónidos.
Este reptil ingiere con frecuencia esponjas de mar, hábito que lo convierte en uno de los pocos animales que poseen la capacidad de alimentarse de organismos silíceos, los cuales son altamente tóxicos y letales para otros organismos.
La característica más llamativa es su mandíbula, similar al pico de un ave y con el cual es capaz de llegar hasta los arrecifes de coral en donde obtiene gran parte de sus alimentos.
Se distingue por ser una especie muy dócil, ágil en el nado y son consideradas centinelas del mar; esto último debido a que su presencia indica que los ecosistemas marinos se encuentran en un estado óptimo. Descubre a continuación más detalles sobre esta bella tortuga de mar.
Hábitat de la Tortuga de Carey
Suele vivir la tortuga carey en todos los mares tropicales y océanos del mundo, principalmente en los océanos atlántico, índico y pacífico.
Ocupan muchas áreas pero en pocas densidades, de hecho las zonas de distribución con mayor concentración de individuos se localizan en el Pacífico sur oriental y la región del Caribe. Por ser una tortuga sedentaria realiza cortas migraciones, utiliza playas, aguas costeras, mar abierto y arrecifes como hábitat según las distintas fases de su ciclo de vida.
En el caso de los juveniles, éstos se establecen generalmente en arrecifes de coral, lechos de algas, pastos marinos, bahías de manglares y marismas, permaneciendo en ellos durante varios años hasta alcanzar su etapa de adultez.
Una vez llegada su madurez, se ubican en hábitats rocosos y arrecifes de coral, aunque también se encuentran en praderas submarinas.
Las áreas más extensas destinadas a la alimentación y nidificación se localizan entre los trópicos Capricornio y Cáncer, exceptuando las poblaciones que suelen nidificar en el Golfo Pérsico.
Características Morfológicas
La tortuga carey dispone de un cuerpo plano, así como de aletas posteriores medianas completamente adaptadas a las condiciones de la vida marina, razón por la cual se considera un buen nadador.
Puede alcanzar velocidades de hasta 24km/h, realizar desplazamientos de 1.8km y sumergirse hasta 70 metros por un lapso de tiempo superior a 80 minutos.
Los individuos adultos presentan una longitud que tiende a variar entre los 60 y 100 cm de largo, mientras que su caparazón mide aproximadamente 21 a 40 cm, siendo éste de diversos colores con tonalidades tanto claras como oscuras, en marrones y amarillos.
Tiene una forma que se asemeja a un corazón, no obstante, su apariencia es modificada según su edad, alargándose progresivamente hasta alcanzar a una figura oval, y en conjunto con su cuerpo puede pesar desde 50 a 80 kg, un peso muy inferior si lo comparamos con la gran tortuga Baula.
Su llamativo caparazón es un rasgo que la diferencia de las demás especies de tortuga, ya que está conformado por placas gruesas de queratina que se superponen, creando en sus bordes un círculo que simula unos dientes de cuchillo o una sierra.
Su armadura está estructurada por 5 escudos vertebrales, 4 laterales en cada lado y 10 escudos marginales. Otra característica distintiva de la tortuga carey es la forma de su mandíbula, ya que ésta simula a un pico, ganchudo y con bordes afilados. En este sentido, es importante mencionar que la tortuga carey carece de dientes.
También cuenta con dos pares de escamas prefrontales y cuatro posorbitales. Sus uñas están cubiertas por escamas y son bastante largas. Puede observarse cierto grado de dimorfismo sexual, presentando los machos garras más largas, una coraza cóncava, cola más ancha y tonalidades más claras.
No obstante, las hembras suelen ser más grandes, llegando a medir hasta 90 o 100 cm durante su edad adulta, mientras que los machos sólo alcanzan los 85 cm.
Similar a otras especies de tortugas marinas, las crías de la tortuga carey emergen del nido al caer la noche, se deslizan hasta la orilla y se sumergen en el océano para nadar mar adentro. Es relevante mencionar que la tortuga carey tiende a permanecer inmóvil cuando se encuentra ante algún depredador.
En las zonas destinadas a la alimentación los individuos jóvenes presentan hábitos solitarios, incluso, se poseen registros acerca de enfrentamientos entre dos ejemplares, combatiendo para alimentarse de una misma esponja de mar.
La tortuga carey suele utilizar sus distintos hábitats como protección ante los ataques de sus posibles depredadores, resguardándose en grietas, cuevas y cornisas de los arrecifes.
Alimentación de la Tortuga Carey
La tortuga carey suele ser muy selectiva en cuanto a su dieta. Se caracteriza por tener una alimentación basada en presas que para las demás especies pueden llegar a ser bastante tóxicas, debido a que se alimenta especialmente de algunos tipos de esponjas marinas.
Presentan hábitos omnívoros, ingiriendo también anémonas de mar, peces, moluscos, medusas, algas marinas y la fragata portuguesa, la cual es una especie bastante dañina y letal que tiende a liberar gran cantidad de toxinas, las cuales dejan petrificadas a sus víctimas, no obstante el veneno no es capaz de penetrar la gruesa piel de las tortugas carey.
Reproducción de la Tortuga
Las temporadas de reproducción de la tortuga carey varía en función a la ubicación geográfica, por ejemplo en el Atlántico occidental el apareamiento ocurre todos los meses del año, no obstante, los meses en los cuales tienden a reproducirse con mayor frecuencia es distinto en cada playa.
Por otro lado, en las islas del Pacífico central la época de copulación ocurre durante los meses de septiembre a febrero, mientras que en el Pacífico oeste anidan durante todos los meses del año, de la misma forma que las poblaciones atlánticas occidentales.
Sin embargo, existe una zona de distribución en donde no se tiene un patrón generalizado, siendo ésta el océano Índico, en el cual se presentan importantes variaciones. Habitualmente, el cortejo toma lugar en las adyacencias de la playa destinada a la anidación y ocurre exactamente unas semanas antes de la cópula.
Al igual que muchas especies de tortugas, la superioridad de las hembras dicta que sean ellas quienes deban elegir a una pareja para aparearse, convirtiéndose los machos en quienes ejecutan el proceso de cortejo, compitiendo entre ellos para hacerse merecedores de reproducirse con una hembra; demuestran su superioridad al alzar el cuello, con la intención de evidenciar que lo tienen más largo que sus contrincantes.
La tortuga carey tiene ciclos reproductivos que comúnmente son de dos a cuatro años, por lo tanto es bastante inusual que las hembras de carey aniden en años consecutivos.
Según distintos estudios, la capacidad para reproducirse parece estar ligada al bienestar físico de la hembra y a las condiciones ambientales que puedan disminuir la disponibilidad de alimento o en caso contrario, proporcionarlo en abundancia las zonas de anidación.
La tortuga de carey suele tener de 3 a 5 puestas dentro de una misma época de anidación, variando su intervalo en función de su localización geográfica, aunque generalmente la reanidación se da entre los 13 y 15 días.
Durante este lapso de tiempo tienden a establecerse en aguas poco profundas, cercanas a la playa donde ocurre dicho proceso.
Comúnmente este lugar suele ser el mismo durante muchas temporadas, es decir, las hembras acostumbran a regresar a la misma playa, incluso es común que aniden a escasos metros de los nidos realizados en la temporada anterior. El límite de nidadas que hasta ahora ha sido observado es 7 nidos por tortuga y por época de reproducción.
Es habitual que las hembras realicen el proceso de anidacion por sí solas, en el área supralitoral de las playas, dentro o cerca de la vegetación; jugando ésta un papel fundamental en la proporción de machos y hembras en los recién nacidos, ya que el sexo de los mismos es determinado por la temperatura brindada durante la nidificación.
Las tortugas carey colocan sus nidos en excavaciones muy profundas, de aproximadamente unos 50 cm de profundidad. En esta cavidad, la hembra pone de uno en uno pequeños grupos de 2 a 4 huevos, dando un total de 80 a 180 huevos aproximadamente, aunque es usual que llegue al límite de 200.
Posteriormente, son cubiertos con arena, siendo esta una tarea realizada por la madre, la cual utiliza sus aletas posteriores y anteriores. Dicho proceso tiene una duración aproximada de 1 hora e incluso un poco más.
Una vez que los huevos eclosionan, las tortugas carey recién nacidas pueden durar varios días dentro del nido. Cuando llega el momento de emerger del mismo lo hacen en la noche, momento en el cual la temperatura del ambiente es baja; orientadas por la intensa luz del horizonte, se dirigen hacia el mar y se adentran en él, enfrentándose a diferentes depredadores como algas, bacterias, gran cantidad de aves y mamíferos durante el tiempo que permanecen sumergidas.
El desarrollo de las crías es considerablemente lento, incrementando su altura de 1 a 5,9 cm por cada año. Alcanzando su etapa madurez sexual entre 17 y 35 años. Se estima también que su esperanza de vida puede llegar a ser de hasta 50 años.
Tortuga Carey en Peligro de Extinción
Entre los peligros más latentes que atentan en contra de la conservación de la tortuga carey, figura las prácticas de pesca industrial, durante las cuales como consecuencia, muchos ejemplares quedan atrapados y mueren intentando escapar. En países como Japón y China se cazan frecuentemente por su carne, debido a que es considerada un manjar.
Por otro lado sus caparazones se utilizan como objetos de decoración y para confeccionar otras cosas como boquillas para cigarros, espejos, peines y monturas de gafas.
A nivel internacional, la tortuga carey al igual que la tortuga lora, han sido clasificadas como especies en peligro crítico (CR) según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Por otro lado, el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Salvaje Amenazadas (CITES), ha estipulado como ilegal en muchos países, la captura y comercio de las tortugas carey y sus productos derivados.
Uno de los factores que influyen negativamente en la rápida recuperación de la tortuga carey es su propia biología, debido a que su desarrollo es bastante lento por lo tanto su tasa de reproducción es baja. De mil huevos que ecolsionan, tan solo una tortuga carey llega a su edad adulta.
Los esfuerzos de conservación a lo largo de toda su zona de distribución han aumentado progresivamente con el pasar de los años.
Se han creado diversos programas dedicados a la preservación de esta especie, entre ellos figuran los proyectos llevados a cabo por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (United States Fish and Wildlife Service), el cual tiene numerosos planes dirigidos a la recuperación de sus poblaciones; entre ellos se realizan monitoreos de los ciclos de vida de esta tortuga a fin de proporcionarle las condiciones adecuadas para su reproducción.
Por otro lado, la organización Fauna y Flora Internacional (FFI) trabajando conjuntamente con la Iniciativa Carey del Pacífico Oriental (Icapo) y los residentes que viven alrededor de Aserradores y Estero Padre Ramos, en Nicaragua, dieron comienzo a un programa de conservación de esta especie de tortuga desde el año 2010. Entre los objetivos de este plan, figura en la protección de más de 30 nidos de tortuga carey.
También buscan asegurar la producción máxima de crías monitoreando 4 kilómetros de playa de anidación; al mismo tiempo que promueven la sensibilización de los miembros de la comunidad local y proporcionan empleo a los mismos.
De la misma forma, se persigue el descubrimiento de nuevos datos sobre la historia natural, biología y conservación de la tortuga carey mediante un proceso de investigación científica.
Nos encantaría que con este post hayas podido conocer más detalles sobre la tortuga carey. Agradecemos que nos hayas visitado a nuestra web de reptiles en peligro de extinción para informarte, pero antes de que nos abandones, quisiéramos pedirte un pequeño favor.
Esta web se realiza sin ningún animo de lucro. Tan solo nos mueve nuestro enorme amor hacia los animales y la total convicción de su lucha en su protección.
En un mundo cada vez más globalizado gracias mayormente a Internet, somos conscientes de la importancia que tienen las redes sociales para difundir este tipo de mensajes para proteger a a estos animales en peligro de extinción.
Es por ello que te estaríamos eternamente agradecidos, si compartieses este artículo en tus redes sociales para difundir nuestro mensaje sobre la necesidad de proteger a la Tortuga Carey en peligro de extinción.
Tenemos el total convencimiento de que con un pequeño gesto de cada uno de nosotr@s, juntos podremos cambiar el rumbo de nuestro planeta.
Muchísimas Gracias !!!!!!!